Mujer Luna Pléyades

Eugenia y Rafael invitaron a Totec Xiuh, el fuego protector,  a El Despertar con el propósito de iniciar a 21 mujeres como “Mujer–Luna–Pléyades, el día 20 de julio del 2013. Un sábado caluroso, con el Popocatépetl (don Goyo) en calma y la Iztaccihuatl desnuda, sin nieve en sus altas y sinuosas cumbres.

“Cuando te asumes como un ser emocional es porque te conoces. Conoces tus emociones y tienes una responsabilidad hacia ellas. Un ser emocional–espiritual debe además aprender a manejar el flujo del universo en él mismo, porque el universo da y quita. Tanto al recibir como al perder, no debemos sentirnos mal, si nos molesta es porque nos dejamos llevar por el ego”.

Reproduzco estas ideas compartidas por Totex Xiuh, porque me llegaron al alma. Horas antes había sufrido una enorme pérdida y aún con el corazón apesadumbrado decidí combatir las sobras de mi mente y recobrar la armonía.

Pienso que iniciamos justo desde un estado de amorosa aceptación de todo aquello que debía ocurrir al transformarse la mañana soleada en una tarde lluviosa. Al momento en que Totec Xiuh nos instruyó para dirigirnos al Círculo de Fuego, el cielo dejó de enviarnos la lluvia abriendo una gran ventana a través de la cual pudimos ver las estrellas y gozar de una noche calma y tibia.

“Yo les entrego la autoridad y ustedes deben continuar”. En el linaje de Totec Xiuh existe la libertad responsable y nos entrega el agua y el fuego confiando en que cada mujer continuará su labor con impecabilidad.

Una ceremonia en la cual cada una de nosotras puso a prueba su poderío interno y la fuerza de su voluntad. Una iniciación de agua, fuego y danzas circulares con canciones y toques de tambor. El trabajo terminó justo al amanecer con la siembra de nuestros nombres. Citlalcóyotl es el mío.

La vivencia lleva, por consecuencia, a la reflexión. Con seguridad, las veinte mujeres iniciadas al igual que yo, nos preguntamos y nos descubrimos; nos confrontamos y viajamos al interior para descubrir las respuestas. Algunas de nosotras llevamos ya muchos años en este camino, otras son nuevas, pero las interrogantes son similares, porque la mirada cambia día con día. Lo que era ayer ya no es hoy. Cada mañana somos jóvenes aprendices sin importar la edad o el conocimiento adquirido. Una guerrera mantiene la mente y el corazón abiertos para el universo.

El compromiso es personal y de ahí se extiende hacia los seres grandes y pequeños del universo, puesto que con nuestras actitudes removemos y esparcimos las intenciones hasta lugares no imaginados, como aquél ejemplo de la onda provocada sobre el lago o el famoso “efecto mariposa”. Cuido la palabra, cuido la expresión. Protejo mi corazón y la mente de aquello que me aleje de mi propósito y ante todo, me mantengo en el camino que me hace ser mejor persona. Es sencillo decirlo y complejo el mantenerlo, pero para eso existen seres como Totec Xiuh, ellos nos recuerdan que la maravilla de la existencia nos rodea.

Durante la semana ajusté los cambios que, como guardiana del Bosque de Águilas en El Despertar, se me encomendaron. La solitaria estancia de toda la semana me permitió recoger cada trocito de recuerdo de esa sentida ceremonia. Es claro que los guardianes invisibles del lugar están complacidos con el trabajo de todas nosotras y con las actuales aportaciones al lugar.

Carlos prepara la araucaria plantada en memoria de tío Joaquín

El trabajo en el Teocalli

Chava, Israel y Lino se encargan del Teocalli
bajo la mirada de coyote de Citlalcóyotl

Luego de la ceremonia, el corazón del círculo de fuego se transformó en la flor de los ocho pétalos
La Flor de la Unificación
Todo continúa, lo estable es el movimiento

Mujeres en rosa, de emociones amorosas al servicio de los demás. Mujeres en color oro, en conexión con los maestros ascendidos. Mujeres en blanco, diosas níveas de espíritu claro, limpio. Guerreras de agua, de fuego; depósitos de agua cósmica y fuerza espiritual, desde El Despertar les envío mi agradecimiento por compartir su esencia en la maravillosa iniciación y siembra de nombres.

Totec Xiuh, fuego protector, que la luz y la consciencia sigan manifestándose en el camino. En El Despertar continuamos preparándonos con la impecabilidad del guerrero de luz y esperamos tu siguiente visita.

                                                                        Moyocoyani