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viernes, 23 de enero de 2015

Los sentimientos del Corazón de México


Los sentimientos del Corazón de México, es el nombre de la ponencia presentada por el diputado César Daniel G. Madruga, en el Encuentro Internacional: “Hacia un humanismo integral”, en el Complejo Cultural de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el pasado 15 de enero del 2015.
Hablaré, o con precisión, escribiré acerca de César Daniel desde mi corazón. Un hombre joven, ávido lector no sólo de textos antiguos o recientes, sino de la naturaleza. Egresó de la Universidad Iberoamericana como licenciado en ciencias políticas y administración pública. Maestrante en política, gestión y derecho ambiental por la Universidad Anáhuac Norte.
Presidente de la agrupación política nacional Horizontes. Diputado federal en la LXI Legislatura presidiendo la Comisión de Cambio Climático. Aquí haré un alto en la transcripción de la extensa trayectoria y saltaré a decir que es el impulsor de la Ley Ambiental de la Tierra y promotor del derecho a la Salud Emocional en ley. Hoy, impulsa un despertar de la consciencia para restablecer la paz, el orden y la justicia en México.
Todo lo anterior me consta. He sido testigo del trabajo de este hombre joven, nacido en la ciudad de México el 6 de septiembre de 1984. En él finco mi esperanza de un México libre, verde, armonioso, en el que podamos todos tomarnos de la mano bajo un mismo techo: el cielo que recubre nuestro planeta. 
La conferencia versa en el libro del mismo nombre: Los sentimientos del corazón de México, que acompaña un CD con música de Enrique Quezadas, Luis Eduardo Aute, Leticia Servín, Fernando Delgadillo, Viento Wirikuta, Rap de Luz, Pablo Muñoz, David Ruiz, Paloma del Cerro, Mexicanto, Sebastián Luna (Quezadas), Edgard Oceransky, Bandula, Adrián Gill “el tigre”, Bernardo Quesada y Rodrigo Rojas. Todos ellos artistas reconocidos y no omito ningún nombre porque es de inigualable calidad, tanto la música como el contenido de las canciones.

En Los sentimientos del corazón de México se analiza desde una mirada amplia, profunda y crítica, la situación actual, y se ofrecen propuestas claras, precisas, sustentadas, para un México unificado, próspero. Es un texto que no debe leerse de prisa porque invita a reflexionar. Un material valioso, que atrapa, que se disfruta.
“Este es el tiempo de México, para visionar el siguiente día de su existencia, antier fue con un llamado a la independencia y la libertad por la vía de la lucha armada, ayer lo fue el movimiento revolucionario de la misión como país desordenado por la profunda diferencia de las clases sociales, también por la vía de la violencia y de las armas, ahora se convoca a la transformación social, pero por la vía de la expresión y confluencia de las ideas.

Las ideas son más poderosas que cualquier arma nuclear, letal o mecánica, estas fueron precisamente creadas para sofocar a los pensamientos de libre expresión. Este es el primer valor de este ejercicio, recuperar el ánimo de escribir para inspirar sueños despiertos, es decir, anclados en el espíritu y motivados por el andar y necesidad de concretar un mundo mejor”. Cito a C.D.G. Madruga.
En los sentimientos del corazón de México participaron: Manuel Jiménez Guzmán, Alfredo Achar Tussie, Antonio Velasco Piña, Abuelita Tonalmi, Jaime Cárdenas García, Alejandro Encinas Rodríguez, Edgar Elías Azar, Carlos Kasuga Osaka, Guadalupe Alejandre Castillo, Benjamín González Roaro, Magda Guzmán, Kathián Pascal, Ester del Río, Patricia del Río, Tomás Ángeles Dauahare, Vanesa Slim de Hajj, Josefina Vázquez Mota, Rosi Orozco, Alfonso Miranda Márquez, Christiane S. Meulemans, Joseph Elías, Ariosto Otero Reyes, Chucho Ramírez, Luis Raúl González Pérez, Miguel Ángel Santinelli Ramos, Manuel Granados Covarrubias, Federico Döring Casar, María de los Ángeles Moreno Uriegas y César Daniel González Madruga.
Todos ellos expertos en su campo; ciencia, política, educación, arte, tradición, medicina, lingüística, matemática. Todos viajan en la misma ola de consciencia que comienza a permear a los mexicanos. Invito a leerlo porque sí hay opciones. Hay esperanza.
Finalizo con una fase de una de las canciones de Enrique Quezadas:
 “Somos del mismo lado. Todos somos uno”.

Bioalfabetización y faceplanet, puentes seguros


Foto: Dimitirá
DSM-5 The Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition is the 2013 update to the American Psychiatric Association's classification and diagnostic tool. Traducido al castellano, y a quienes gozan de otras profesiones ajenas a la psicología, es un manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Es claro que todos estamos de alguna manera reflejados, en cierto grado, porque sano, sano, aún no conozco a nadie. Todos tenemos nuestros detalles. Todo el preámbulo es por el análisis de la nueva personalidad desarrollada para alimentar el Ego del Facebook. En consulta he atendido, en estos últimos meses, algo aún no descrito en nuestra biblia psiquiátrica, que va desde el bullying o acoso, sexualidad cibernética, trastornos en la autoimagen, hasta las ideas delirantes de querer Ser y vivir una historia diferente, auspiciada en el invisible e impersonal mundo paralelo del internet.
Dejando de lado el impacto de los medios electrónicos en la comunicación humana, me adentro en lo que se refiere al desarrollo de una identidad paralela a la de la vida común.
Imposible abstraerse a la tentación de formar la personalidad soñada como ideal, a través de los mensajes introducidos o posteados en el feis, ayudados por el maquillaje a nuestras fotografías (fotochopeadas).
En el feis encuentro personas con un nombre conocido y un rostro irreconocible. ¿Será un homónimo? ¿Su hermana? ¿Me falla la memoria? ¡No! En definitiva la conclusión es que la conocida tiene cualidades fotogénicas que la hacen ver diez años, diez kilos y diez centímetros diferente.
Los posts de increíble profundidad filosófica, de amor universal y desbordada espiritualidad me llevan a reflexionar acerca del por qué de la sensual y mundana foto del perfil. O aún más, a cuestionar las faltas de ortografía y el lenguaje ordinario en los comentarios.
Para mí, todo encaja a la perfección cuando conecto con la posibilidad de que a través del feis, me comunico con el otro Yo de las personas que, de vez en cuando, encuentro en alguna cafetería poblana. Un Yo “nuevo e ideal”.

Quizás, después de este escrito, pierda seguidores y me den de baja, el equivalente al “córtalas” de la niñez, pero los comentarios obedecen tan sólo a observaciones delirantes hacia las cuales pueden o no estar de acuerdo. Asumo las consecuencias. Por fortuna no soy la única en analizar el fenómeno, en artículos como: Los 'Me gusta' de Facebook revelan la verdadera personalidad;Tu personalidad puede definirse por lo que publicas en el Facebook, y muchos más, se aborda el fenómeno de este surgimiento de personalidades múltiples o falsos estados del Ser.
El tema da para mucho, puesto que, por otro lado, el fenómeno del feis ha logrado eliminar las barreras del tiempo y del espacio. Nos acerca, nos hermana. Nos amplía la posibilidad de conocer a otras personas con intereses similares. Crea puentes seguros para cruzar hacia lugares a los que no llegaríamos jamás.

En el reciente encuentro con abuelos de la tradición se planteó un término maravilloso: la bioalfabetización, definida como el aprendizaje del lenguaje de la naturaleza. No a nivel mental o intelectual, si no a través de los sentidos (experiencia). Se me ocurrió todo el paseo anterior acerca de las personalidades múltiples y el fenómeno del feis, para incluirlo como un puente electrónico para acercar a los jóvenes a la naturaleza, en vez de pasar el tiempo ideándose una vida falsa. Una comunicación desde la escribanía que sugiera y muestre otras maneras de vivir, de sentir que el mundo es algo más que la foto del perfil y el conteo de los likes. El feis puede ser una herramienta invaluable para desarrollar el Ser, si se emplea a nuestro favor y así, no entraremos en las nuevas clasificaciones de trastornos mentales, que con seguridad serán incluidas en el DSM-5. 
Bioalfabetización y un faceplanet construidos juntos, como un puente. Todo está en elegir los contactos y ampliar los horizontes.

jueves, 22 de enero de 2015

Sabiduría y naturaleza

Kallpari Chawchu Kallpa
La sabiduría ancestral a través del amor y la naturaleza, como cimiente de una sociedad autosustentable, fue el tema abordado, o con mayor precisión, bordado con hilos luminosos, por Lola Kallpari, en el Encuentro Internacional: Educación para la Evolución.
Para seguir a Lola se debe abrir el corazón. Escuchar y pensar con el corazón. Mirar y comprender con el corazón. Lola invita en cada una de sus acciones, de sus diálogos, a conectarnos de manera diferente y sensible con nuestro Ser.
La sabiduría ancestral vista como cimiente de una cultura autosustentable, lleva a pensar con el corazón y conecta, en primera instancia, con la naturaleza. La naturaleza traducida en palabras de amor y sabiduría.
“No me escuchen tanto a mí, sino comiencen a escucharse a ustedes mismos”.
“Antes de solucionar los problemas de una cultura o una sociedad, debemos iniciar por las células que conforman la sociedad mundial y hablo de unidad. A partir de la palabra unidad quisiera iniciar con: ¿Soy yo autosustentable? ¿Qué necesito para serlo? ¿Qué necesita mi Ser? Y para saberlo requiero saber quién soy, que no es lo mismo a qué soy o qué hago”.
“Les hablaré del camino andino, el que sólo puede recorrer el peregrino y nadie más puede hacerlo por él. El territorio Inca fue enorme, formado por seres en armonía y comunicación con la tierra. Ellos jamás conquistaron a través de la violencia. Ellos tenían la ley de la reciprocidad: una vez es para ti, la otra para mí, y así fue como formaron una rueda de amor, de correspondencia”.
“En el camino andino no sólo es importante aprender de la naturaleza, sino también de nosotros, porque nosotros somos naturaleza y no podemos apartarnos de esa sabiduría.
Somos tierra. Si nos duelen las plantas de los pies, las rodillas, las caderas, la columna, es porque no están firmes, porque no se encuentran conectadas con la tierra. Nuestro Ser se encuentra desvinculado de la tierra.
También somos agua. El agua está relacionada con nuestras emociones. Podemos preguntarnos si somos un lago de montaña tranquilo o un tsunami que desborda el Ser. Si estamos en calma, el hígado estará tranquilo, aprenderé a perdonar y a estar libre de culpas, de ira. ¿Cómo funciona mi intestino grueso? ¿Fluye o se encuentra estancado? ¿Está conectado con los demás? ¿Me duele el estómago, se hincha, está lleno de frustraciones o fluye como un río de montaña?

Sientan sus aguas, sus sistemas. Piensen: yo soy naturaleza, soy fuego, me conecto con el padre sol quien acoge mis pulmones. ¿Cómo están? ¿Hay alegría o me lleno de tristezas en lugar de mirar el sol, o encender un fuego interno para tener energía y seguir adelante?

El desamor enferma el corazón y extingue el fuego. Encendamos el fuego y demos gracias al sol porque cada día sale y nos llena con su energía.
También somos viento. Pidamos que se lleve los malos pensamientos; dejemos de molestarnos cuando nos llega a la cara.
Busquemos el equilibrio entre los cuatro elementos, tomemos consciencia y vivamos en paz.
Ya es tiempo de tomar consciencia. Es tiempo de dejar nuestra vieja piel, como lo hace la serpiente, para seguir evolucionando. Es tiempo de no sólo mirar un colibrí, sino de ser colibrí y tomar la vida con alegría; tomar el aquí y el ahora con alegría. Tiempo de salir como el cóndor y aprender a volar.
El camino se anda día a día tal y como se trabaja la tierra. La tierra tiene sus tiempos, de preparación, de siembra, de cuidados, de cosecha. Así es como se crea una sociedad autosustentable.
Inicia al reconocemos como naturaleza, como un ser en la tierra, un ser amoroso. El camino del Inca recorre valles, reconoce plantas, árboles, hasta que puede ser árbol, montaña o viento.
En las montañas se encuentra la sabiduría, vayamos a las montañas aunque sea con la imaginación, con la intención y pidámosles a los espíritus de las montañas que nos den la sabiduría. Confíen en esa primera intuición que es la que se conecta con el corazón y luego llévenla al corazón de otros hermanos.

Ser un andino hoy, nada tiene que ver con la raza, con el color de piel, con la consanguineidad, tiene que ver con el nivel de conciencia, con una entidad luminosa como hijos del sol e hijos de la Pachamama. Vivir coherentes de acuerdo nuestra realidad, tiene que ver con la toma de consciencia de que si somos autosustentables, entonces la sociedades de toda la tierra lo serán. Es tiempo que pensemos en ríos limpios en países en paz, quizás ni siquiera en países, sino en una tierra sin fronteras. Si todos pensáramos lo mismo lo lograríamos.

miércoles, 21 de enero de 2015

Conferencia de Ati Quigua




Durante los cinco días del encuentro internacional por la Educación para la Evolución, dirigido hacia un humanismo integral, fue constante la riqueza de las aportaciones en cada una de las ponencias. En este espacio las compartiré.  
Hoy refiero fragmentos de la conferencia de una mujer, que sin duda, dejará huella en la historia, les hablo de Ati Quigua, líder indígena Arhuaca, la primera mujer indígena en el senado de Colombia, quien lleva el mensaje a través del mundo.

"El aporte más valioso que la mujer ha hecho a la humanidad fue haber domesticado la semilla, hace aproximadamente unos 10,000 años. Es cuando surge la agricultura. La agricultura es el culto a la tierra, es el culto a la madre, es la base de la identidad de los pueblos indígenas, la base de nuestra identidad. Con el culto a la tierra, surge la crianza de las semillas, a las que hoy se dedican mayormente las mujeres de los pueblos indígenas y hablo de las mujeres de la Amazonia colombiana, y de otras naciones indígenas, porque el espacio natural natural de las mujeres es la huerta.
Cuando nace un niño lo bautizamos. Tomo la palabra bautizo prestada, porque más bien es a través de un nombre como presentamos el nuevo ser al universo. El nombre es la misión que va a cumplir esa persona. Mi nombre es  Ati Quigua, madre de los buenos sentimientos, y esa misión me encomendaron desde mi nacimiento. Ha sido un proceso muy largo para aprender lo que significa.
Así como bautizamos a los hijos, así también bautizamos a las semillas. Así como nos desarrollamos, también las plantas florecen. De tal manera que el culto a la tierra se convierte en la base de las civilizaciones que florecieron en el mundo, por eso, cuando los pueblos indígenas de este territorio definen su identidad como hijos del maíz, el maíz se convierte en el cimiento de nuestra civilización. 
Hicimos ciudades en torno a la crianza de las semillas. Si en Colombia pasan por los caminos que comunican el mar con las nieves, verán grandes extensiones de terrazas pensadas en el sustento de nuestros pueblos.
Las fiestas más importantes, como el nacimiento de un hijo, se celebran con toda clase de semillas y se preparan para que el niño sea saludable y los alimentos futuros no sólo sean fuente de alimentación del cuerpo físico sino también de la mente y del espíritu de ese niño.
Un alimento bendecido tiene un tratamiento especial, como el de las celebraciones, en las que agradecemos a las semillas y a las plantas por ser nuestro sustento. Por ejemplo, nosotros tenemos una olla de barro para cada semilla, porque a las semillas no les gusta que las cocinemos en ollas de aluminio. En estos tiempos modernos, el acto de alimentarse y comer se ha vuelto tan sin importancia, que creemos que muchos de estos alimentos ni siquiera son fuente de nutrición sino de enfermedades. Si seguimos cuidando nuestras semillas tendremos una vida larga, por ejemplo, mi bisabuela murió de 115 años, su plato preferido eran frijoles, col y otras plantas. Pensamos que la cultura alimentaria es la base de la vida.
La cuarta etapa es el paso de esta vida a la otra, en la que debemos devolver nuestro cuerpo para ser abono de la tierra. El cuidado de la semilla humana, así como el de las semillas de las plantas, deben estar siempre en armonía con los signos y procesos vitales de la naturaleza; significa que cada una esté en armonía con el ciclo de la agricultura. 
Los sistemas de producción indígena se encuentran en armonía con los ciclos del sol y de la luna. Se debe también fortalecer el mercado local, es decir, que podamos garantizar nuestra autonomía alimentaria. Un pueblo que produce lo que consume es un pueblo autónomo y la soberanía de una nación más que en las armas públicas, esta en la cocina. Por eso la cocina es el espacio en donde hemos consolidado la familia, hemos fortalecido los valores. Ahí les transmitimos las primeras palabras de nuestro lenguaje materno.
En La Sierra de Martha, la permanencia cultural se debe al trabajo cotidiano de las mujeres que preparan los alimentos, mantienen la huerta y durante los primeros cinco años de vida, enseñan la lengua materna a sus hijos. Desde aquí quiero agradecerles porque al crecer con mi abuela al pie de la montaña, fue en donde hicimos los primeros parlamentos.
Los ciclos agro-alimentarios incluyen los ciclos para custodiar las semillas. Colombia es el segundo  país en biodiversidad, pero la dieta cotidiana se reduce al consumo de arroz, papa y carne, cuando se puede. Es necesario ampliar la dieta incluyendo aves, vegetales y frutas, por ejemplo, en Colombia existen cerca de 1500 hongos comestibles y sólo se consumen uno o dos. 
Así como se deben cuidar las semillas, también debemos poner atención en las aves porque son las sembradoras silvestres de nuestros bosques; en las abejas que polinizan. En sí, existe una interrelación  entre semillas y animales. Por ejemplo, por un tipo de semilla que desaparece, dejan de existir cerca de 30 especies de animales. 
También el calentamiento de la tierra afecta a la biodiversidad. De ahí que el consumo consciente y la cultura alimentaria se conviertan en estrategias que deben ponerse de inmediato en práctica. Los alimentos son la base de la cultura, de la economía de una nación.
Es importante reconocer que en los pueblos indígenas se componen mayormente de niños y debemos gritar nuestra solidaridad para que puedan crecer en sus territorios naturales. En el presente, 33 millones de hectáreas han sido dadas a la minería, a transnacionales. ¿Cuál va a ser el futuro? 32 pueblos indígenas están en proceso de extinción. El ultimo tinigua, el hermano Sixto, de 75 años, morirá, y con él se extinguirá toda una tradición, por esos motivos les comparto mi misión, no sólo como un  intercambio, para nosotros es un asunto de supervivencia biológica, política y social. 
En los 10 años pasados dos mil setecientos indígenas fueron asesinados. Hablo como una sobreviviente y rindo un homenaje a todos estos hermanos porque lo único que hicieron fue defender el río y el corazón del mundo para mantener el equilibrio y preservar la biodiversidad. El consejo de mi pueblo fue asesinado por eso vemos con esperanza que llegue la paz a Colombia y que termine la violencia contra las naciones aborígenes de este territorio.
Somos culturas de paz, no conocemos las armas, hemos vivido en meditación y reciprocidad con la naturaleza. La naturaleza es el primer libro que nos enseñan a leer y quisiéramos la bioalfabetización. Si no sabemos leer los mensajes y sabiduría de la naturaleza, para nosotros significa ser analfabetas.
La tierra y el agua, para nosotros, son la energía femenina que todos llevamos y nos posibilita el ser más dulces, más amorosos y nos lleva a desarrollar la intuición.
Nos despertamos con la tierra y es necesario despertar esta energía en el marco de gobernancia en America Latina.
Siguiendo estos compromisos han pasado cosas interesantes. Por primera vez en un estado se reconocen 11 derechos de la Madre Tierra, de los animales, de las semillas. Por primera vez la paridad, basada en el principio de la dualidad sagrada, es un principio de humanización fundamental; sin embargo, hay grandes desafíos como el lograr la coherencia, ahí es donde se abrió el debate de un nuevo paradigma que va más allá del antropocentrismo del ser humano como epicentro de la tierra y del cosmos, al Ser humano que tiene la conciencia de que es parte de esa gran red, ese gran tejido sagrado que es la vida. A partir de ahí empieza a armonizar su vida personal, familiar, de comunidad, en sociedad.
Los grandes cambios no son de un día para otro.
Debemos tener presente que lo que le suceda a las plantas, a los animales, a la tierra, al agua, a los minerales, le pasará el ser humano, porque todo esta relacionado como una misma sangre.
El cuidado del agua es el futuro, sin agua no habrá futuro".

Comparto el saludo enviado por las diferentes naciones de La Sierra Nevada de Santa Martha, en Colombia y con el cual se cerró la brillante conferencia.


Llevar los dedos pulgares hacia la palma de las manos. Con la mano izquierda colocada debajo del ombligo, significando el compromiso de cuidar la semilla humana y todas las semillas en conexión con todo el espacio de la Pachamama, y la mano derecha en alto, como conciencia y armonía con el ciclo de la luna, del sol, del cosmos, y en esta postura de armonía con los ciclos vitales y recibiendo el legado de la Sierra Nevada de Santa Marta repetimos: somos uno, con el agua, con la tierra, el aire, el sol, el pensamiento, el corazón, el espíritu y el fuego.  Con las plantas, con los animales, los minerales y con la diversidad humana. La llevamos al corazón y repetimos duni, duni, duni, duni, que significa: hoy y siempre, la visión del corazón de la tierra, con nosotros, con nuestra familia y con nuestra gran familia en la tierra.