Con el único
propósito de servir, los abuelos Eugenia y Rafael sembraron el Temazcal en Ek-
Balam, en Atlixco, Puebla.
Como guardianes y protectores de la
madre tierra, pedimos por el cuidado de los elementos que engrandecen el lugar,
para el bien de quienes acudan a este nuevo centro de sanación y puedan
despertar los sentidos para la expresión de la verdad. La manifestación de la
sabiduría, el arte, la congruencia entre el pensamiento, el sentimiento y el
hacer, una de las tareas de los consejos de sabiduría del cual formamos parte.
“Al principio sólo
existía Ilhuicatéotl
(Dios celestial), Moyocoyatzin (El que
se inventa y piensa en sí mismo), Tloque Nahuaque (Aquél que tiene todo en sí),
Ipalnemohuani (Inmediata vecindad), dios de la dualidad, quién se dividió en
dos entidades primordiales llamados Ometecuhtli (esencia masculina del dios
creador) y Omecihuatl (esencia femenina del dios creador).
De él surgieron los cuatro Tezcatlipocas: Al oriente
Xipetótec (el Tezcatlipoca rojo, el de la fertilidad y la lluvia: Tlaloc). Al
norte Tezcatlipoca, Mictlantecutli, (el tezcatlipoca negro, el reino del frío,
del nahual). Al occidente Quetzalcóatl (el tezcatlipoca blanco asociado a
Venus). Al sur Huitzilopochtli (el Tezcatlipoca azul). El centro pertenece a
Xiuhtecuhtli. Y en el Calpull, y en el Temazcal, se da la unión del cielo con
la tierra y de las cuatro direcciones al centro mismo del corazón”.
Con el saludo y la reverencia a
las cuatro-siete direcciones iniciamos el 19 de septiembre del 2013 nuestro
servicio, entregando a Raquel, la guardiana del lugar, una representación de
nuestra señora Coatlicue y las ofrendas de tabaco, flores, agua de manantial y
semillas.
Raquel, la guardiana de Ek-Balam en Atlixco, Puebla |
Durante la tarde construimos el
temazcal y ya entrada la noche, bajo la insistente lluvia, las abuelitas
recorrieron el camino para calentar el recinto.
El trabajo está hecho y nosotros
agradecidos al servir y dar a conocer la tradición. El temazcal de Ek-Balam se
trabajará bajo la mirada del Popocatépetl, el temazcal de El Despertar frente a nuestra Iztaccíhuatl, ambos hermanados en el propósito de la impecabilidad. Pronto sembraremos el fuego y el Temazcal en San Roque, en Tepeyahualco de Hidalgo, Puebla.
Por la
unificación de la humanidad en un solo rostro, un solo corazón, un solo
pensamiento.
Ometeótl