Un manto de luces como metáfora de quienes desean vivir con claridad |
The tour starts in the upper level. The visitor starts to down in spiral. Within the maze of information through displays, objects, photographs, newspaper clippings, belongings of the victims and videos, show us a cruel piece of the past that we all wish it had not happened.
The Jewish Holocaust. The horror and genocide in Cambodia, Yugoslavia, Guatemala... And far from losing the soul in the dark field of sadness, memories become hope, because if we open the eyes of the heart, there is hope.
My uncle and my father were sent to Mexico because my grandmother feared for his eldest son, in case of Spain should enter as ally of Germany in World War II. Without asking the opinion embarked to America. My father said goodbye to my grandfather: "Do not mess ever in politics or religion" was one of the tips. They never met again.
The horrors of the Spanish Civil War, where the Nazis experimented weapons, strategies, methods of interrogation and other aberrations, are not counted in the museum. Many events are omitted because it would take dozens of rooms for each of them and show the dark side of the human spirit. Either way, the Holocaust is sufficient example.
Thats why the value of the memory and the need for tolerance. "Choose your attitude: commitment or indifference." Combat the negative emotions that lead to destruction. Be tolerant. The oblivion can lead to repetition.
"There, where they burn books, in the end burn human beings". Heinrich Heine |
An excellent work of museology. An architecture that influences mood, since the gloom of tragedy leads to the light of hope.
Leaving the museum, walked to the Paseo de la Reforma. The saturday life overflowed and ran down, thru avenue. People walked in all directions and I stopped, for a few moments, to feel my pulse, the pulse of the city, and took the photograph.
The place occupied for long, for the ancient monument in honor of Carlos IV of Spain, at the corner of Paseo de la Reforma and Bucareli, now is occupied by a statue called El Caballito of the sculptor Enrique Carbajal (Sebastián). Back, intelligent building called: Caballito Tower.
Los acontecimientos de los últimos tres días me llevaron a reflexionar, desde una mirada diferente, las razones, si es que las hay, para la agresión y el desamor repentino capaces de borrar cualquier afecto pasado. Combatir las emociones negativas se convierte en una urgente tarea, más aún cuando entramos a la edad adulta. ¡Alto! ¡Basta!
Aún buscando razones en dónde la razón no anida, pasé frente al Museo Memoria y Tolerancia. La admisión general fue de 65.00 pesos y la impresión vale el edificio entero en plata o en neta.
El recorrido en espiral descendente inicia en el nivel superior. Dentro del laberinto de informaciones a través de pantallas, maquetas, objetos, fotografías, recortes de periódicos, pertenencias de las víctimas y videos, nos desnudan un trozo del pasado que todos quisiéramos no hubiera sucedido. El Holocausto judío. El horror y genocidio en Camboya, la antigua Yugoslavia, Guatemala… Y lejos de perder el alma en el oscuro campo de la tristeza, se convierten en memorias de esperanza porque si abrimos los ojos del corazón, habrá esperanza.
A mi tío y a mi padre los enviaron a México porque mi abuela temió que reclutaran en el ejército, a su hijo mayor, en caso de entrar España como aliado de Alemania, en la Segunda Guerra Mundial. Sin pedirles opinión los embarcaron a América. Mi padre se despidió de mi abuelo: “No te metas jamás en política o en religión”, fue uno de los consejos. No volvieron a encontrarse.
Los horrores de la Guerra Civil española, en donde los nazis experimentaron armas, estrategias, métodos de interrogatorios y demás aberraciones, no se cuentan en el museo. Muchos sucesos se han omitido porque se necesitarían decenas de salas para cada uno de ellos y mostrar la parte oscura del espíritu humano. De cualquier manera el Holocausto judío es suficiente ejemplo.
Los horrores de la Guerra Civil española, en donde los nazis experimentaron armas, estrategias, métodos de interrogatorios y demás aberraciones, no se cuentan en el museo. Muchos sucesos se han omitido porque se necesitarían decenas de salas para cada uno de ellos y mostrar la parte oscura del espíritu humano. De cualquier manera el Holocausto judío es suficiente ejemplo.
De ahí el valor de la memoria y la necesidad de la tolerancia. “Elige tu actitud: compromiso o indiferencia”. Combate las emociones negativas que conducen a la destrucción. El olvido puede llevar a la repetición.
Es cuando la tolerancia aparece como una de las soluciones y se nos muestra una chimenea en la que puedes entrar y observar hacia arriba un rectángulo de luz. La metáfora es conmovedora. El respeto. La armonía. El amor. La compasión. Los esfuerzos humanistas internacionales. La riqueza de la diversidad puesta al servicio del desarrollo del hombre. Parecen lejanas pero son posibles.
El trabajo de museografía es excelente. La arquitectura influye en el ánimo puesto que de la penumbra de la tragedia nos lleva a la luz de la esperanza.
Por último visitamos la exposición temporal acerca de la libertad de prensa. A la entrada estaban, dentro de una caja, los tapabocas. Nos pidieron colocarnos uno para no hablar durante la visita. Fue claro, se deseaba provocar el inevitable comentario. Inevitable porque surgía de las vísceras; un repudio hacia las mordazas. Al final nos retiramos el tapabocas y sobre él escribimos un mensaje para colocarlo sobre el muro.
Al salir caminamos hasta el Paseo de la Reforma. La vida del día sábado se desbordaba ya por la avenida. La gente caminaba en todas las direcciones y yo me detuve, por unos momentos, a sentir mi pulso, el pulso de la ciudad y tomé la fotografía.
El lugar estuvo ocupado por mucho tiempo, por el antiguo monumento en honor de Carlos IV de España, en la esquina de Paseo de la Reforma y Bucareli, ahora se distingue la estatua llamada El Caballito del escultor Enrique Carbajal (Sebastián). Atrás, el edificio inteligente llamado: la Torre del Caballito.
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