La Luna Azul acompañará este 31 de agosto el Temazcal
en el Bosque de Águilas. Es un evento astronómico poco frecuente —dos lunas llenas en un mismo mes— y de una gran influencia en los procesos del trabajo espiritual. A las 21:58 la Luna Azul se encontrará en su máximo esplendor.
Muchas son las preguntas acerca de lo qué es el
temazcal, en especial despierta un particular interés en quienes se interesan
en conocer acerca de la tradición Mexica. Quisiera iniciar con la honesta
confesión de lo mucho que aún debo aprender, y pienso que el compartir mis
experiencias podrá contribuir más, que simplemente proporcionarles datos fritos
y refritos en diferentes medios.
La Luna Azul luego de la fina lluvia y durante el Temazcal en el Bosque de Águilas |
Como inicio les comentaré que el temazcal ritual no es un
simple baño de vapor, sino un espacio basado en geometría sagrada y diseñado
para obtener el equilibrio físico, psicológico y espiritual. Al activarse, se convierte en un verdadero
útero materno que renueva con sus nutrientes a los participantes; y en algo más.
Pero no me adelanto y regreso a lo básico: la construcción del temazcal en el Bosque de Águilas.
El nuestro es un temazcal “temporal comunitario”. Lo edificamos
con el permiso de los maestros en esta tradición y ellos nos trajeron desde
Morelos el fuego sagrado. En una ceremonia especial lo sembraron en las tierras
de San Miguel Contla, en el Bosque de Águilas, en el lugar en donde se
encendería la hoguera para calentar las piedras volcánicas.
Se pueden observar los elementos necesarios en el Temazcal |
Las 16 ramas flexibles que forman la estructura,
pertenecen a un cedro blanco del Bosque de Águilas. Las seleccionamos buscando que
fueran similares en grosor y extensión.
De acuerdo con la tradición, realizamos una meditación
antes de pedir permiso a los maestros
ascendidos, a los señores de las cuatro-siete direcciones del universo y a la
Madre Tierra, para excavar los pequeños orificios en los cuales plantaríamos
las varas que servirían como estructura. Luego, en cada hueco, colocamos una
ofrenda de tabaco, acompañada de cantos.
Antes de colocarlas, las 16 varas fueron sahumadas con
incienso de copal y una a una recibió nuestro respeto y agradecimiento por
aceptar formar parte del instrumento de sanación que cimentábamos.
Las 16 varas se unieron en la cúspide, amarradas con
fibras naturales, hasta dibujar una estrella de 8 puntas. Cada ángulo
representa las 8 estrellas de la mañana, así consideradas por la tradición:
Mercurio, Saturno, Venus, Neptuno, Marte, Plutón, Urano y Júpiter. En sí, la
estrella de la cúspide simboliza a la aurora, y justo bajo ella, excavamos el
receptáculo u “ombligo del temazcal”, que representa el núcleo de la Madre
Tierra al cual estaremos unidos durante la ceremonia, y que además, alojará a las
piedras candentes o “abuelitas” que simbolizan al Sol que da vida y bendice a
todos los seres.
La estrella de ocho puntas |
Nos mantuvimos en silencio, concentrados en el
movimiento de nuestras manos y en la intención que nos ocupaba: crear un
espacio sagrado. Mucho recordé a los monjes ortodoxos griegos, en su tarea de
pintar los bellos iconos en los cuales se contienen las imágenes sacras.
La siguiente tarea fue hacer la puerta y colocar las
varas horizontales que indican los cuatro niveles o círculos de la creación. El
nivel inmediato a la estrella de ocho puntas, se refiere a la primera fase de
la creación y representa a los espíritus superiores. El siguiente evoca la
segunda fase, con los espíritus asociados a los superiores. El tercer nivel
contiene a los espíritus subordinados y el último atañe a la creación y
nacimiento de los espíritus inferiores. También los niveles nos representan las
cuatro direcciones del universo.
Foto: Issa V. Sanz |
Igual y como un artista desliza sus manos con
dedicación y amor sobre la escultura, cada una de las personas que participó en
la construcción dejó sus rezos y energía en cada centímetro de cuerda, de
encino, de tierra.
Nuestro temazcal se considera “temporal”, porque de
alguna manera en cada ceremonia es nuevo, ya que las personas participan en la
labor de cubrir la estructura con mantas gruesas, a diferencia de aquellos hechos
con adobe. Es “comunitario” puesto que está abierto a la colectividad y aloja
hasta 22 personas.
De manera general expuse lo relativo a la edificación.
Lo sorprendente es lo que ocurre en cuanto se inicia la ceremonia ritual del
Temazcal, y a partir de aquí empleo la letra mayúscula puesto que se convierte en la casa
medicinal y espiritual heredada por los pueblos precolombinos; dentro de ella
se combinan los cuatro elementos esenciales, la influencia del cosmos y las
presencias espirituales, mismas que se fusionarán con los líquidos y la energía de nuestro ser.
La ceremonia inicia al colocar el primer nivel de
leños en lo profundo del receptáculo destinado al fuego. Esa primera rejilla
recibirá a las 7 primeras piedras volcánicas,
mismas que ingresarán en la última fase o “cuarta puerta” del Temazcal, por
quedar en lo más hondo de la fogata. Debo comentar que el trabajo dentro del
Temazcal se divide en cuatro etapas, dentro de la tradición las llamamos:
“puertas”. —Más adelante hablaré de cada una de ellas—. Por consecuencia, las
últimas piedras corresponderán a la primera “puerta” del Temazcal y su
temperatura será menor, esto permite la adaptación del cuerpo físico al calor y
una sensación agradable y relajante.
Con dedicación, la persona destinada para cuidar del
fuego, prepara los siguientes tres niveles de leños y las 21 piedras volcánicas restantes, traídas del Iztaccíhuatl. Cuando está lista la hoguera, los encargados de
“correr” el Temazcal depositan cuatro varitas de ocote encendido,
correspondiendo a las cuatro direcciones: Sur, Poniente, Norte y Oriente. Las
llamaradas inician con el agradecimiento de los asistentes a través de cantos
ceremoniales.
El fuego recibe y expele la luz violeta durante los preparativos del Temazcal de Luna Azul Foto: Issa V. Sanz |
El hombre del fuego cuida en cada momento el
calentamiento de las 28 piedras, del cual dependerá la temperatura que se
alcance dentro del Temazcal. Debo comentar que nuestro Temazcal es mayormente
lunar, por tanto, la temperatura interna no se eleva tanto como en los casos de
un temazcal guerrero de 9 piedras por puerta.
Mientras el fuego danza calentando las piedras, se
prepara el agua con las yerbas medicinales; usualmente empleamos salvia, yerba
maestra, pirul, romero y ruda. La infusión será derramada después sobre las
“abuelitas” y así se provocará el calentamiento gradual del Temazcal y la
consecuente emanación del aromático vapor. En la tercera y cuarta puerta se
pueden alcanzar los 40 grados centígrados. El efecto de la termoterapia es por
tanto innegable.
En el Temazcal se reúnen entonces las cuatro fuerzas o
nutrimentos responsables de sostener la vida: la Tierra como la energía
femenina, un amoroso sustento. El fuego como la extensión del sol y portador de
la energía masculina protectora, revitalizadora. El agua, portadora enigmática
de informaciones capaces de transformar y mantener vivo el producto de la unión
entre lo femenino y lo masculino; entre el Sol y la Luna. Por último, el aire
que permite el vaivén de la creación alimentándolo todo. El aire-viento que consiente
la danza del fuego, el intercambio amoroso de las semillas, del polen y logra
las erosiones que dan color y forma a la tierra.
Así ardió durante la ceremonia |
Los participantes se preparan vestidos con ropas muy
ligeras y en color blanco. No deberán usar joyería de ningún tipo. Podría
decirse que: “como llegamos al mundo, regresamos en ese momento al vientre
materno (Temazcal) para recordar y recuperar la esencia y el conocimiento perdidos”.
Se colocan las flores en la vara que emerge de la
tortuga fabricada con tierra, y se sitúa a un lado. Es la antena que comunica
el cielo con la tierra, a las deidades superiores con los seres humanos; la que
llama un rayo de luz desde el centro del universo y lo transfiere hasta el
corazón palpitante en el centro de la Madre Tierra. Unión llevada a cabo en el
ritual de apertura de las puertas energéticas, en el Temazcal.
Las siete primeras “abuelitas” ingresarán, una a una, y los participantes les darán la bienvenida. Al cerrar la puerta el temazcalero iniciará el trabajo de guiar a las personas en el trayecto mágico de la recuperación de su ser.
En el Bosque de Águilas, el despertar a la apreciación de la existencia |
Los cantos, las experiencias en las diferentes puertas; sensaciones, visiones, sentimientos,
sudoraciones y ante todo, la impecabilidad y el intento del universo que se
manifiesta dentro de ese útero sanador.
Al terminar, los participantes saldrán a una nueva
vida con infinitas posibilidades, como ocurre en el momento en el que dejamos para
siempre el útero de nuestra madre biológica. Los recién nacidos recibirán agua
tibia con infusión de manzanilla para lavar su cuerpo, una suave toalla para
envolverse. Descansarán mientras ingieren infusión de té limón o manzanilla
para luego asearse y disfrutar un reparador caldo de verduras. Algunos deciden permanecer recostados y dormir durante un largo rato, antes de asearse y comer.
En el Bosque de Águilas acostumbramos intercambiar,
libremente, lo experimentado en el Temazcal. Me reservo, por ética, las
maravillosas y extraordinarias vivencias que a lo largo de diez años,
centenares de personas nos han compartido. Sólo referiré una de las decenas de experiencias
personales.
Me encontraba fuera, cuidando del fuego, el incensario y la puerta.
Escuché a las personas, una a una, externar la intención personal que les llevó
a participar en ese Temazcal. Mentalmente los fui identificando, ya que había
sido la encargada de sahumarlos. Me fue fácil darme cuenta que habían hablado
tres mujeres diferentes, cuando sólo dos ingresaron al Temazcal. Por más
que hacía memoria no recordaba a una tercera mujer. Tampoco identifiqué algún
descuido, puesto que desde el inicio permanecí pegada al fuego. Durante el
intercambio, como comúnmente se dice, metí mi cuchara y pregunté a las dos
mujeres si alguna de ellas se había quedado ronca o había llorado. Las únicas
explicaciones que encontré en ese momento, para un cambio de voz. “No, no, no”.
Fue cuando una de ellas compartió el haber escuchado esa tercera voz y pensó
que dentro de tal oscuridad y concentración en sí misma, no había notado la
entrada o salida de otra mujer. En ese momento todos se sintieron en la
libertad de hablar sobre la experiencia que en un principio creyeron se debía a
una sencilla ilusión auditiva provocada por las condiciones reinantes dentro
del Temazcal.
Esta fue una de las muchas veces que he sido testigo de la manifestación de
seres amorosos acompañando el trabajo del Temazcal. Decenas de personas han
sanado de males físicos y psicológicos, han dejado atrás temores, fobias,
angustias, rencores.
En el Bosque de Águilas, dentro de las actividades de
los campamentos infantiles, incluimos la ceremonia del fuego sagrado y el
ritual de Temazcal, con una temperatura agradable y lleno de cantos especiales
para los niños. Poco a poco profundizaré en esta noble y hermosa ceremonia del
coloquialmente llamado: baño de vapor prehispánico. A quienes les agrada la
lectura e informarse, reconocerán ya, que se trata de una práctica compleja. “Un
quirófano diseñado para el cuerpo y el espíritu”, comentó uno de los
asistentes, quién practicaba la medicina tradicional.
El anciano encino a través de la estrella |
Las primeras noticias acerca del empleo del Temazcal
fueron dadas a conocer por Fray Diego Durán. El monje de la orden de los
Dominicos, en su publicación, describe las costumbres del pueblo mexica, entre
ellas, su experiencia en el temazcal al que describe como: “una choza pequeña
calentada por el fuego”.
La tradición del Temazcal, a mi juicio, se transmitió por tres
importantes vías. La primera y más significativa, es la enseñanza directa de
padres a hijos, dentro de los diferentes linajes de temazcaleros, desde los
primeros tiempos hasta el presente. Se conoce la práctica del temazcal entre
los Lakotas, los Mexicas y los Toltecas. En sí, todo Mesoamérica, Sudamérica, en los países
nórdicos y en China. Pero me ocuparé de comentar lo referente a mi entorno.
Regreso entonces a los encargados del baño sagrado del temazcal, hombres importantes
dentro del linaje de sanadores, que además de poseer conocimientos medicinales,
manejaban las fuerzas cósmicas y las fórmulas para comunicarse con otros planos
existenciales. Se dice que se utilizó principalmente en las mujeres que recién
habían dado a luz, como una manera de recuperar la fuerza y armonía en su
cuerpo, coloquialmente se habla de “cerrarlas”. Sin embargo, considero que era
mucho más extensa la práctica del temazcal, incluyendo a los guerreros heridos
en combates y/o como una práctica común destinada a mantener la salud.
El conocimiento
fue celosamente guardado y transmitido sólo a quienes pertenecían al linaje,
esto debido a la aguerrida persecución sufrida por los mexicas durante el
tiempo de la conquista y la colonia. Con el tiempo, la satanización dirigida
hacia las creencias de los ancestros, ejercida por la iglesia católica, surtió
efecto, sin embargo no pudieron destruirlas. En los tiempos actuales, más
propicios, poco a poco se comparten las maravillas del conocimiento mexica.
La segunda fuente de información proviene de los
historiadores de los tiempos de la conquista, mayormente religiosos, que
asombrados por el profundo conocimiento de la astronomía, matemática, ingeniería, medicina, etc., que poseían los mexicas,
deciden registrarlo a pesar de las críticas de sus superiores. La tercera
reside en los códices, algunos de ellos manipulados al incluir conceptos
cristianos, pero en esencia encontramos la descripción de muchas de las
prácticas en las diferentes disciplinas.
En definitiva la ceremonia y la práctica del temazcal
ha sufrido transformaciones al incluirse técnicas psicológicas y/o médicas, y
también dependiendo de los diferentes linajes, sin embargo, a mi juicio, los
resultados son asombrosos, tanto, que se ha difundido con rapidez en todo
México y en el extranjero.
Con el tiempo les iré compartiendo más acerca del
Temazcal. La invitación queda abierta para quienes quieran acompañarnos en la
experiencia.
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