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jueves, 22 de enero de 2015

Sabiduría y naturaleza

Kallpari Chawchu Kallpa
La sabiduría ancestral a través del amor y la naturaleza, como cimiente de una sociedad autosustentable, fue el tema abordado, o con mayor precisión, bordado con hilos luminosos, por Lola Kallpari, en el Encuentro Internacional: Educación para la Evolución.
Para seguir a Lola se debe abrir el corazón. Escuchar y pensar con el corazón. Mirar y comprender con el corazón. Lola invita en cada una de sus acciones, de sus diálogos, a conectarnos de manera diferente y sensible con nuestro Ser.
La sabiduría ancestral vista como cimiente de una cultura autosustentable, lleva a pensar con el corazón y conecta, en primera instancia, con la naturaleza. La naturaleza traducida en palabras de amor y sabiduría.
“No me escuchen tanto a mí, sino comiencen a escucharse a ustedes mismos”.
“Antes de solucionar los problemas de una cultura o una sociedad, debemos iniciar por las células que conforman la sociedad mundial y hablo de unidad. A partir de la palabra unidad quisiera iniciar con: ¿Soy yo autosustentable? ¿Qué necesito para serlo? ¿Qué necesita mi Ser? Y para saberlo requiero saber quién soy, que no es lo mismo a qué soy o qué hago”.
“Les hablaré del camino andino, el que sólo puede recorrer el peregrino y nadie más puede hacerlo por él. El territorio Inca fue enorme, formado por seres en armonía y comunicación con la tierra. Ellos jamás conquistaron a través de la violencia. Ellos tenían la ley de la reciprocidad: una vez es para ti, la otra para mí, y así fue como formaron una rueda de amor, de correspondencia”.
“En el camino andino no sólo es importante aprender de la naturaleza, sino también de nosotros, porque nosotros somos naturaleza y no podemos apartarnos de esa sabiduría.
Somos tierra. Si nos duelen las plantas de los pies, las rodillas, las caderas, la columna, es porque no están firmes, porque no se encuentran conectadas con la tierra. Nuestro Ser se encuentra desvinculado de la tierra.
También somos agua. El agua está relacionada con nuestras emociones. Podemos preguntarnos si somos un lago de montaña tranquilo o un tsunami que desborda el Ser. Si estamos en calma, el hígado estará tranquilo, aprenderé a perdonar y a estar libre de culpas, de ira. ¿Cómo funciona mi intestino grueso? ¿Fluye o se encuentra estancado? ¿Está conectado con los demás? ¿Me duele el estómago, se hincha, está lleno de frustraciones o fluye como un río de montaña?

Sientan sus aguas, sus sistemas. Piensen: yo soy naturaleza, soy fuego, me conecto con el padre sol quien acoge mis pulmones. ¿Cómo están? ¿Hay alegría o me lleno de tristezas en lugar de mirar el sol, o encender un fuego interno para tener energía y seguir adelante?

El desamor enferma el corazón y extingue el fuego. Encendamos el fuego y demos gracias al sol porque cada día sale y nos llena con su energía.
También somos viento. Pidamos que se lleve los malos pensamientos; dejemos de molestarnos cuando nos llega a la cara.
Busquemos el equilibrio entre los cuatro elementos, tomemos consciencia y vivamos en paz.
Ya es tiempo de tomar consciencia. Es tiempo de dejar nuestra vieja piel, como lo hace la serpiente, para seguir evolucionando. Es tiempo de no sólo mirar un colibrí, sino de ser colibrí y tomar la vida con alegría; tomar el aquí y el ahora con alegría. Tiempo de salir como el cóndor y aprender a volar.
El camino se anda día a día tal y como se trabaja la tierra. La tierra tiene sus tiempos, de preparación, de siembra, de cuidados, de cosecha. Así es como se crea una sociedad autosustentable.
Inicia al reconocemos como naturaleza, como un ser en la tierra, un ser amoroso. El camino del Inca recorre valles, reconoce plantas, árboles, hasta que puede ser árbol, montaña o viento.
En las montañas se encuentra la sabiduría, vayamos a las montañas aunque sea con la imaginación, con la intención y pidámosles a los espíritus de las montañas que nos den la sabiduría. Confíen en esa primera intuición que es la que se conecta con el corazón y luego llévenla al corazón de otros hermanos.

Ser un andino hoy, nada tiene que ver con la raza, con el color de piel, con la consanguineidad, tiene que ver con el nivel de conciencia, con una entidad luminosa como hijos del sol e hijos de la Pachamama. Vivir coherentes de acuerdo nuestra realidad, tiene que ver con la toma de consciencia de que si somos autosustentables, entonces la sociedades de toda la tierra lo serán. Es tiempo que pensemos en ríos limpios en países en paz, quizás ni siquiera en países, sino en una tierra sin fronteras. Si todos pensáramos lo mismo lo lograríamos.

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